Qué te han hecho Santiago Wanderers

Cuando las cosas se hacen mal en la vida, por lo general suelen terminar de mala manera.
En el fútbol es casi una norma y los ejemplos abundan. Es más, en el club Santiago
Wanderers ha sido recurrente en los últimos años. En la S.A. cambiaron sus accionistas
mayoritarios y por ende sus dirigentes, pero se siguen cometiendo los mismos errores, que
cometieron los anteriores directivos, que tienen a la institución sumida en la Primera B, o
dicho de mejor forma y sin mucho adorno, en la Segunda División o en el ascenso.
Sus dirigentes, más preocupados -algunos de ellos- de sus candidaturas políticas, que de las labores dirigenciales propias del club- no se han manejado de la mejor manera y los magros resultados están a la vista, tanto en la conducción administrativa como en la deportiva.
Aceptaron vincularse con representantes que les metieron en buen chileno “el dedo en la
boca”, trayendo jugadores que no han sido, ni serán jamás aporte en Santiago Wanderers,
despotenciando un plantel que la temporada pasada había estado a punto de ascender con el cuerpo técnico anterior, el que pretendía reforzar el equipo para este año con mejores
jugadores, pero a los dirigentes les vendieron la “pomada” y cayeron en la trampa de los
representantes y lamentablemente no llegaron los refuerzos requeridos, sobre todo ante las partidas -en un momento inesperado- de jugadores claves como lo fueron los jóvenes Lucas Cepeda y Paolo Guajardo, ambos vendidos a equipos de Primera División. Es cierto que los resultados no se dieron con el uruguayo Francisco Palladino y su cuerpo técnico fue
desafectado, algo que tiende a ser normal en el ámbito del fútbol.
Hay otro punto a considerar. Los dirigentes están mal aconsejados, ni siquiera mal
asesorados por gente que cree saber de fútbol, que se arrogan la potestad de indicarle al
accionista mayoritario, lo que es bueno o malo para la institución o a quién debe traer o
sacar, especialmente en la conducción técnica.
Sea como haya sido el andar y el trabajo del cuerpo técnico a cargo del Sr. Jaime García en
estos meses en que estuvo al frente del plantel, no le pueden mandatar, imponer o exigir,
por temas contractuales mal ejecutados con anterioridad, que al momento de bosquejar la
oncena para el fin de semana o al partido siguiente, prescinda de utilizar a ciertos jugadores
(Cañete y Ortiz), para que a éstos no le sean renovados automáticamente sus contratos
como está estipulado para la próxima temporada. Esa acción, para cualquier entrenador, es
entrometerse en sus funciones técnicas, algo recurrente por lo demás en Santiago
Wanderers, bajo el mando de la actual dirigencia de la S.A.
Ahora a pensar y planificar lo que se vendrá para Santiago Wanderers el 2025.
Seguramente será más de lo mismo. Anuncios de variados nombres de directores técnicos,
jugadores de renombre que se caerán día tras día por ser muy alto su valor para traerlos, le vamos a dar la oportunidad a los jóvenes, bla, bla, bla. Penoso para quienes sentimos
estimación y respeto por el club decano del fútbol chileno. Y como diría el gran Julito
Martínez ya desaparecido… ¡Qué le han hecho al viejo y querido Wanderers!

Por Carlos Campos Castro.

Foto. Comunicaciones Santiago Wanderers.