Pocos son los clubes chilenos que pueden contar que alguna vez fueron rivales y/o sparrings de selecciones de fútbol campeonas del Mundo.
Hace 45 años, un 4 de marzo de 1980, Everton de Viña del Mar llegaba hasta el mítico Estadio Centenario de Montevideo de la República Oriental del Uruguay para enfrentarse, nada más y nada menos, que ante la gloriosa selección uruguaya. Los ‘charrúas’ comenzaban a prepararse para iniciar una gira por Europa, donde enfrentarían entre otros Equipos Campeones Mundiales FIFA 1980, conocido también popularmente como el Mundialito. Este torneo, jugado entre el 30 de diciembre al 10 de enero de 1981 en el propio Montevideo, terminó siendo ganado por la ‘celeste’ al derrotar en la final a Brasil por 2-1, en conmemoración a los 50 años de la primera Copa del Mundo disputada en 1930 en la capital uruguaya.
Se trataba de un encuentro de carácter amistoso que no revestía mayor interés para el aficionado uruguayo, de ahí que sólo se registró una asistencia de un poco más de siete mil personas, tal vez por tratarse de un equipo chileno casi desconocido para la mayoría de la afición.
La ‘celeste’, dirigida por el ex arquero y destacado entrenador Roque Gastón Máspoli, contaba con figuras de talla mundial, como el arquero Rodolfo Rodríguez, los defensores Hugo De León, Víctor Diogo, el volante Rubén Paz, los atacantes Venancio Ramos y Waldemar Victorino, entre otras figuras. Algunos, que con el paso del tiempo vestirían camisetas de clubes chilenos, como Nelson Agresta, que jugó por San Luis de Quillota (1985) e Iván Mayo de Villa Alemana (1988) y Alfredo Arias, quien actuó por Palestino (1981-1982), O’Higgins de Rancagua (1984), Huachipato (1985) y Trasandino de Los Andes (1986), dirigiendo posteriormente a Santiago Wanderers (2016) y Universidad de Chile (2019).
En tanto, Everton que venía de cumplir destacadas campañas entreverado en los primeros lugares desde su último campeonato obtenido en 1976, afrontaría la temporada 1980 con un equipo mixto de jugadores de casa y algunos experimentados, bajo las órdenes de un estudioso del fútbol, como lo era el profesor oriundo de Iquique Hugo Tassara Olivares, en su último año dirigiendo y teniendo como ayudante al ex mundialista de 1962 Eladio Rojas Díaz.
La delegación de Everton era presidida por el gerente de la institución Oscar Padró Arenillas, acompañado por el dirigente y expresidente Aldo Caimi. A cargo del plantel iba el técnico Hugo Tassara junto al doctor Guillermo Charme y 16 jugadores, encabezados por los porteros Leopoldo Vallejos y Jaime Zapata, los defensores Carlos González, Carlos Díaz, Domingo Sorace, Juan Salgado, Franklin López, Miguel González, los mediocampistas Guillermo ‘Chicomito’ Martínez, Julio Montero Castillo, Francisco Ugarte, Jorge Vásquez, más los delanteros, Roberto Videla, Américo Paredes, Mario Zurita y Leonardo Zamora.
De ese equipo sobresalen la experiencia de Leopoldo ‘Polo’ Vallejos, Carlos Díaz, Guillermo ‘Chicomito’ Martínez, Domingo Sorace y Leonardo Zamora, entre otros.
Sin embargo, la mayor novedad en el plantel oro y cielo era la presencia del experimentado mediocampista uruguayo Julio Walter Montero Castillo (nac.25/04/1944), mundialista en las Copas del Mundo de México 1970 y Alemania 1974, quien ya cumplía su última etapa como futbolista activo, pero que seguía siendo referente dada su fama de jugador recio y a su fortaleza física a la hora de enfrentar a los rivales, por lo que su sola presencia no dejaba de llamar la atención del aficionado y del medio futbolístico.
El ‘Mudo’, de largo peregrinar por canchas de su país, de Argentina y España, había arribado a prueba desde Club Atlético Cerro a Viña del Mar, junto a su compatriota José ‘Pepe’ Cruz, puntero derecho ex Peñarol. Además, desde Green Cross de Temuco llegaba el goleador Américo Paredes.
Montero Castillo y Cruz debutan en la Copa Ciudad de Viña del Mar 1980, en la derrota 0-1 ante el cuadro de Platense de Argentina (01/02/1980), jugando sólo 45 minutos cada uno.
El partido
El elenco viñamarino dirigido por el profesor Tassara llegaba a presentarse en la cancha del Centenario el martes 4 de marzo de 1980 en un encuentro de carácter amistoso pactado a las 21:30. El comentario del partido hecho por el destacado periodista uruguayo Jorge Da Silveira, director del Diario “El País” de Uruguay para la Revista Estadio (N°1.909 de 12/03/1980), daba cuenta que “el equipo dirigido por Roque Gastón Máspoli dispuso durante todo el partido de la posesión de la pelota y de libre utilización de la mitad de la cancha, pero careció de ideas de ataque y eso, de principio a fin, le bajó las cortinas por delante de cualquier intento de llegada al área adversaria”, agregando que “lo de Everton fue lógico, limpio y claro. Esperó recostado en su campo, trató de conseguir la pelota, esperando en lugar de jugarse en anticipos que pudieran descubrir claros a sus espaldas, y de allí en más, con prolijidad, pero sin audacia, intentó progresar tocando hábilmente, pero muy despacio”.
La columna destacó el trabajo defensivo del equipo oro y cielo, indicando que “Vallejos se quedó casi siempre con todos los centros que los punteros y marcadores laterales uruguayos mandaron sobre su área. Díaz (Carlos) y Salgado (Juan) se las ingeniaron para limpiar su zona, por más que la ofensiva oriental los llevara a las apuradas, y así, partiendo de esa solidez defensiva como base, el equipo de Viña fue logrando su primer objetivo: no ser arrasado por un rival que, pocos días antes de partir para Europa, buscaba antes que nada -como alimento para su futura confianza- la obtención de un resultado favorable”.
En un párrafo destacado, el periodista uruguayo le dedicó un comentario a la presencia del mediocampista Julio Montero Castillo, que lideró la muralla defensiva del equipo chileno:
“Uruguay resultó pues frenado por la muralla de Everton. Una muralla defensiva serenamente plantada y bien ordenada, que primero intentó extenderse hacia adelante bajo la batuta de un Julio Montero Castillo que monopolizó las salidas hacia campo adversario, jugando su habitual fútbol de tranco y pausa que carece de sorpresa, pero aploma y ordena el acompañamiento de aquellos que intentan armarse a su lado, y después buscó refugio en la habilidad de Roberto Videla, un maniobrero dúctil pero liviano, que se puso la pelota bajo la suela y logró que el tiempo transcurriera sin que los celestes consiguieran más que un pobre y descalificador empate, que fue lógicamente saludado por un coro de silbidos que los despidió a la salida del Centenario”.
Montero Castillo al término del partido declaraba: “Noté un cambio favorable en el fútbol uruguayo y es que en forma permanente tocaron, rotaron y desacomodaron al rival”.
En tanto, el portero Leopoldo Vallejos, figura del partido, señalaba: “Actuamos ante un equipo joven, pero que sabe lo que quiere. Nosotros no los dejamos armarse, los marcamos y los exigimos, que era al cabo lo que les interesaba que hiciéramos”.
El corresponsal uruguayo Jorge Da Silveira cerró la nota de Revista Estadio con el siguiente comentario: “Para Everton, en cambio, el resultado fue favorable. Vino a tomar examen y fue él, justamente enfrentando a una selección nacional, el que se fue con un saludable Aprobado”.
A nivel de prensa local, el Diario La Estrella de Valparaíso titulaba la nota del partido al día siguiente: “Montevideo: Everton fue quien ganó los aplausos”, destacando la actuación del conjunto viñamarino. A continuación, se reproduce la crónica del partido del citado medio periodístico:
“Montevideo (Especial para La Estrella de Valparaíso.- Con pifias para la Selección de Uruguay y aplausos para el equipo de Everton de Viña del Mar, Chile, terminó el encuentro que ambos cuadros protagonizaron anoche en el Estadio Centenario de esta ciudad ante aproximadamente 10 mil personas, y que culminó sin que se abriera la cuenta.
Este fue el primer ensayo realizado por la selección uruguaya que dirige el ex mundialista Roque Máspoli. El desempeño celeste no satisfizo a la concurrencia ni a los críticos. Los seleccionados nacionales no pudieron vulnerar nunca la sólida defensa y la valla defendida por el internacional Leopoldo Vallejos, no pasó por grandes apremios.
El contragolpe de los chilenos funcionó escasamente, pero cuando lo hizo, llevó peligrosidad hacia la retaguardia local.
La selección de Máspoli mostró falta de cohesión, especialmente en mediocampo y ofensiva. El cuadro seleccionado quedó en deuda con la afición local. Este fue el comienzo de una preparación de la oncena uruguaya para una gira que realizará por Europa. El viernes hará su último partido en casa, enfrentando al equipo de Universidad Católica, también de Chile.
Por el equipo viñamarino alineó anoche el ex internacional de Uruguay, Julio Montero Castillo”, cerraba el comentario del encuentro enviado desde Montevideo.
Asimismo, en el plano netamente local la nota agregó que, terminado el encuentro, el presidente de Everton Antonio Bloise Cotroneo se comunicó telefónicamente desde Viña del Mar con el organizador del partido. En referencia a lo conversado, el también directivo del club oro y cielo, Juan Miguel Arraztoa señaló que la presentación de Everton había conformado plenamente a los organizadores ya que el equipo había sido un exigente examinador para el combinado uruguayo:
“Hubo grandes aplausos para Everton en el Centenario. Su presentación gustó por la forma profesional con que se actuó y el fútbol alegre y liviano mostrado en la cancha. Everton, nuevamente dejó bien puesto a Chile”, dijo Arraztoa.
Tras su periplo por Uruguay, el equipo viñamarino retornó inmediatamente para jugar el partido de revancha ante O’Higgins en Rancagua, correspondiente al torneo Polla Gol 1980. El cansancio del viaje les pasó la cuenta a los viñamarinos, cayendo por 1-4 con un paso irregular y quedando eliminados de la fase final, lo que trae consigo la partida de Julio Montero Castillo, al no ser mayormente considerado por el técnico Hugo Tassara.
Con el fin de cerrar el vínculo con el ex seleccionado uruguayo, el entonces gerente de la institución, Oscar Padró, fue mandatado a viajar hasta Montevideo:
“Hay algunos asuntos de dinero pendiente, como también, aspectos reglamentarios que solucionar”, declaraba el dirigente, agregando que el tema en Chile ya estaba solucionado.
“Se entregó una carta, a pedido de la Asociación Central de Fútbol ACF, dando a conocer el finiquito y término de contrato a que se llegó con este jugador. Además, Montero Castillo no jugó y ni siquiera fue a la banca en los partidos del torneo ‘Polla Gol’, por lo tanto, Everton está en condiciones de contratar otro extranjero”, argumentaba Padró (Diario La Estrella de Valparaíso, sábado 15/03/1980).
La partida de Montero Castillo no se resintió mayormente, ya que en su lugar llegó Julio César Rodríguez Garay, mediocampista uruguayo, ex Peñarol, de fructífera estadía en la entidad oro y cielo (1980-1983 y 1985), y con pasos por otros equipos nacionales, como Deportes Antofagasta (1983-1984) y Santiago Wanderers (1986).
SELECCIÓN DE URUGUAY 0-0 EVERTON DE VIÑA DEL MAR
4/03/1980. Amistoso internacional. Estadio Centenario de Montevideo. Público: 7.135.
Recaudación: $ 64.921
Árbitro: Ramón Barreto. Asistente 1: Otelio Roberto. Asistente 2: Eduardo Rodríguez.
SELECCIÓN DE URUGUAY: Rodolfo Rodríguez; Víctor Diogo, José Luis Russo, Hugo De León, Washington González, Eduardo De La Peña (77’ Carlos Reyes), Nelson Agresta (45’ Venancio Ramos), Miguel Caillava, Alberto Bica, Waldemar Victorino (77’ Alfredo Arias) y Rubén Paz (45’ Ricardo Ortiz). DT Roque Gastón Máspoli.
EVERTON: Leopoldo Vallejos; Domingo Sorace, Juan Salgado, Carlos Díaz, Franklin López, Julio Montero Castillo (45’ Miguel González), Guillermo Martínez, Roberto Videla; Mario Zurita, Américo Paredes (71’ Jorge Vásquez) y Leonardo Zamora (33’ Carlos González). DT Hugo Tassara.
Goles: No hubo
Fuentes:
Revista Estadio N° 1.909, miércoles 12/03/1980
Diario La Estrella de Valparaíso 5/03/1980 y 15/03/1980
Historia de Everton 1909-2009, Ricardo Gatica Labra
Libro Centenario Club Everton
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