Clásico porteño: Rivales pero con el mismo estilo…

Everton y Santiago Wanderers se enfrentan este domingo en una nueva versión del “Clásico Porteño”. Lo que promete ser un gran partido, con los últimos encuentros como antecedentes, esto podría empañarse por lo que se vio en la ultima fecha, oportunidad en la que ambos equipos mostraron un estilo en el que esperar al rival fue la característica.

Wanderers jugó el Sábado pasado frente a O’Higgins, duelo que marcó el debut de Victor Rivero y donde se notó de inmediato un cambio en el estilo que estaba mostrando el cuadro caturro con su DT anterior, Ronald Fuentes.

En ese sentido, de intentar ser protagonistas y proponer, pasaron a un estilo más conservador, más de esperar al rival y buscar marcar la diferencia a través del contraataque. Necesitaban sumar, y cambiar un estilo que no le había funcionado era lo más lógico.

Everton ha mostrado una cara parecida durante todo el torneo, y el domingo frente a la Universidad de Chile lo hizo nuevamente. Se notó de inmediato una variación en el esquema, jugando con cinco defensas. Roberto Sensini se ha declarado abiertamente un DT con la intención de ser protagonistas y de atacar a través de la posesión del balón. Eso, hasta la fecha no lo ha mostrado, y frente a los azules fue una muestra pura y dura de defender el resultado y buscar a través de balonazos largos una opción de gol. Finalmente le resultó, puesto que por fin pudo sumar de a 3.

Los dos equipos mostraron una mejorías defensivas, y es que el estilo que mostraron fue similar. El tema es que se enfrentaron a equipos como O’Higgins y la U, que no se caracterizan por tomar el protagonismo. De hecho, se podría decir que se les ganó en su estilo.

Dalcio Giovagnoli, entrenador celeste, es un técnico que es bastante pragmático, y que con su equipo no han logrado ser un equipo que toma la iniciativa. De hecho, cuando tienen esa misión, suelen fallar. En esa misma linea está la “U”, con un técnico como Rafael Dudamel que ha sido absolutamente cuestionado por lo mismo, por tener un buen plantel y que nunca ha podido tener una propuesta ofensiva, más allá de aciertos individuales de sus jugadores.

En ese sentido, la propuesta a los equipos de la región les salió a la perfección. Claro, a los ruleteros les funcionó mejor que a los porteños, puesto que los primeros ganaron su partido, pero por otro lado, el decano finalmente sumó su primer punto en el torneo. Necesitaban sacarse esa presión.

Ahora, los estilos pueden gustar o no, pero hay que tener en cuenta el plantel de los dos equipos. Wanderers posee un plantel bastante limitado, lo que hace que no pueda tener un estilo para ser protagonistas. De hecho, lo utilizaron y no les funcionó, porque no contaba con los jugadores para poder llevar a cabo ese funcionamiento. En Everton no hemos visto ese estilo de la mano de Sensini, por más que el lo declare así, y ahí hay un pero en comparación a los dirigidos por Rivero. Los oro y cielo si tienen un plantel para poder implementar esa idea.

Obligación de ganar

El clásico porteño se juega en Sausalito, y con un Everton que tiene la obligación de vencer a los caturros, puesto que necesitan sacarse la mala imagen de los últimos dos clásicos, y entendiendo como viene su rival. ¿Podrán tomar la iniciativa para vencer a Wanderers? Es difícil de predecir, sin embargo y por lo que ha mostrado Sensini hasta ahora, es probable que no, puesto que no lo ha hecho en todo el torneo.

En la vereda de al frente, no van como candidatos, pero vencer a los ruleteros en calidad de visitantes es un envión anímico importantísimo que podría ser vital para poder sacar al equipo del ultimo lugar. Si hacemos la misma pregunta para los dirigidos por Victor Rivero, me parece que su forma va a ser a través de las transiciones rápidas. No tomarán el protagonismo puesto que ya quedó en evidencia que no les funcionó.

¿Van a salir a no perder o van a salir a ganar? Podrá ser un clásico emotivo, como todos, de mucha pierna fuerte y mucha disputa, pero en cuanto al futbol, esa es una gran pregunta, ya que por lo mostrado por ambos equipos, podría quedar al debe por el simple hecho de que ninguno quiere perder el partido, pero intentar ganarlo toma mayor riesgo y podría terminar siendo un arma de doble filo.

Por Diego Mora López