Han pasado diez jornadas desde el inicio del torneo nacional chileno y Everton suma 13 puntos en 9 partidos (tuvo una fecha libre), que lo ubican en la décima posición del campeonato, por ahora fuera de torneos internacionales.
Desde que Roberto Sensini cambió el esquema a una línea de tres defensores con Sebastián Pereira, Julio Barroso y Diego Oyarzún en esa sufrida victoria ante la U, el equipo no recibió más goles, son 3 partidos con la valla invicta.
Antes de eso, en todos sus partidos del campeonato le habían hecho al menos un gol y no mostraba una seguridad defensiva con la dupla Barroso-Oyarzún. Pero con la inclusión de Pereira, más dos laterales-volantes que defienden más de lo que atacan como Dilan Zúñiga y Alex Ibacache, el equipo parece ser uno de los que mejor se defiende en el torneo.
Con eso la forma de jugar también cambió: si en las primeras fechas veíamos un equipo que presionaba y se paraba más arriba, ahora la prioridad es mantener el arco en 0, salir de contragolpe y buscar el pelotazo largo para que los delanteros ganen en el juego aéreo.
Una jugada que le ha traído réditos en cuanto a resultados a Sensini, que hasta antes del partido con la U tenía al equipo penúltimo con solo 6 puntos en la misma cantidad de partidos, y ya en las últimas tres fechas sumó 7 de 9 unidades posibles.
Pese a ello, da la sensación de que en cuanto a juego colectivo el equipo no ha tenido buenos rendimientos. En el último partido ante Huachipato, los ruleteros tuvieron poquísimas ocasiones de gol, y si bien, no pasaron zozobras ante los locales, el equipo no jugó un buen partido.
Queda la sensación de que los jugadores al priorizar lo defensivo se han olvidado de presionar al rival y construir jugadas a ras de piso. Sabemos que Sensini no es un DT que priorice la posesión del balón, pero el equipo ha pasado a ser muy directo y tiende a saltarse muchas veces el mediocampo con pelotazos largos a los delanteros.
A ratos pareciera que solo se tiran balones largos a Cecilio Waterman y Cristian Menéndez para que se las arreglen solos contra los defensores rivales. Si bien son dos jugadores que ganan mucho por arriba, necesitan mayor apoyo de los laterales y de los volantes.
Quizás mucho tenga que ver con ausencias de jugadores importantes, que son los llamados a poner el buen pie en este equipo. La lesión de Cesar Valenzuela ha sido un golpe duro para el entrenador, que lo pidió hasta el cansancio porque no tiene otro jugador de esas características.
Si bien el “Gato” no había rendido hasta ahora como se esperaba, era el único capaz de conectar la línea de volantes con los delanteros. Everton tiene muy buenos mediocampistas como Echeverría, Madrid, Moya, Rivera y Saavedra, pero ninguno con la capacidad de driblear y meter un pase entre líneas.
A ello, se suma la baja de Juan Cuevas que entre lesiones y suspensiones apenas ha jugado. El año pasado fue por lejos el jugador más importante de Everton, y muchas veces era el llamado a generar fútbol en el equipo. Otro jugador con la capacidad de desequilibrar es Maximiliano Cerato que viene recién volviendo de su larga lesión y apenas ha sumado minutos.
También podemos contar las lesiones de Fernando Saavedra, Camilo Rodríguez, Denil Maldonado, Benjamín Berrios y Matías Leiva. La buena noticia para Sensini, que se ha escudado muchas veces en las bajas del plantel, es que todos debiesen estar disponibles para cuando regrese el torneo nacional tras la pausa de Copa América.
De todas maneras, el plantel de Everton está muy bien armado y tiene dos jugadores por puesto, e incluso hasta tres en algunas zonas. El equipo esta temporada trajo siete refuerzos más Ibacache y Cristopher Medina que regresaron de sus préstamos.
Haciendo un repaso, hay incorporaciones que han tenido un muy buen rendimiento como los casos de Franco Torgnascioli y Julio Barroso que rápidamente se convirtieron en líderes de este equipo. Otros como Oyarzún, Ibacache y sobre todo Waterman han sido titulares y aportado bastante al equipo.
Y a ellos se le suman Christian Bravo y Matías Campos-López que han alternado en la titularidad, pero ya han sumado goles, mientras que Valenzuela cuando recién parecía afirmarse se lesionó, pero su inclusión se hace necesaria en este equipo.
Con este plantel, indudablemente el objetivo de este equipo es mejorar la pobre campaña del año pasado en la que terminó en la posición número 12º. Lo mínimo que se le exige a Everton es clasificar a un torneo internacional, es decir, terminar dentro de los primeros 7 lugares del campeonato.
Una misión que no parece tan difícil considerando hasta ahora el bajo nivel del fútbol chileno, con una constante irregularidad y equipos que se preocupan muchas veces más de no perder que de ganar.
Pese a ello, Everton tendrá que mejorar mucho, sobre todo en materia ofensiva donde es hasta ahora uno de los equipos con menos goles a favor con solo 7 anotaciones al igual que Palestino y la U, de hecho, solo supera a Santiago Wanderers que tiene 4 goles en todo el torneo.
Da la sensación de que la otra mitad de la tarea está hecha: lograr un equipo sólido en defensa. Roberto Sensini tendrá cerca de un mes (sin contar los partidos de Copa Chile) para consolidar un equipo que puede pelear por mucho más, conseguir buenos resultados y meterse en la parte alta del torneo. Veremos si le alcanza.
Por Vicente Guzmán, periodista